Infeliz Navidad
Lamentablemente, la mayorÃa de las personas desprecia esto. Como consecuencia, sus vidas son vividas bajo una carga que ellas mismas no consiguen describir. Viven insatisfechas, sus corazones permanecen frÃos, tienen una angustia que no saben de dónde viene y andan a tientas como ciegos en la búsqueda inútil de algo que las haga felices.
En Navidad, asà como en otras épocas festivas del año, da pena ver estas personas. Ellas se dan a comidas, bebidas, reuniones con amigos y fiestas. Pero toda esa alegrÃa es sólo una fina capa de barniz. Bajo la superficie está el viejo corazón con frÃo, hambre y sed, presenciando, silencioso, pero continuamente, que nunca conoció la verdadera felicidad y que, a pesar de las apariencias, aquella es más una infeliz Navidad.
He aquà la miseria de la horrible contradicción que es la Navidad sin Cristo. Los creyentes, sin embargo, no tienen por qué mentir. Ellos saben lo que están celebrando y tienen un verdadero motivo para alegrarse. Conocen los beneficios de la Navidad y los prueban a cada dÃa. Por eso, su festividad es hermosa y auténtica, reflejando la alegrÃa de quien fue liberto del pecado y vive dÃas y noches de paz.
Marcos Granconato
Soli Deo gloria