El Servicio que Vale para Dios
No toda obra bonita es un servicio aceptable ante Dios. Este es uno de los hechos bÃblicos que muchos creyentes no han entendido aún. Por eso, muchos cristianos se quedan maravillados con gestos tocantes realizados por infieles y hasta dicen que hay incrédulos que superan a los hijos de Dios en hacer el bien.
A la luz de la Biblia, sin embargo, para que una obra sea aprobada por el Señor, no basta que ella sea conmovedora o loable ante los ojos humanos. De hecho, su validez depende de dos requisitos y el verso anterior (Rm 1.9) muestra cuales son.
En primer lugar, el trabajo que realiza el siervo de Dios debe ser sincero. Ese es el significado de la expresión "sirvo en mi espÃritu". Se trata de una actitud interior libre de hipocresÃa y del deseo de autopromoción (Mt 6.3-4). Servir en el espÃritu es lo mismo que servir con un "corazón puro". Sin eso, el servicio que hace una persona no es aceptable para el Dios que conoce lo Ãntimo de cada uno.
El segundo requisito para la validez del trabajo ante Dios es que ese servicio sea hecho "en el evangelio de su Hijo", o sea, la obra debe, de alguna manera, reflejar y promover el mensaje del evangelio. Por lo tanto, debe contribuir para que la verdad sobre la cruz de Cristo llegue a los hombres, invitándoles al arrepentimiento. Si no tiene este objetivo, no importa cuán bonito sea, el servicio realizado será sin valor para Dios.
Por lo tanto, que de aquà en adelante cada uno de nosotros evalúe su propio trabajo y también el de los demás a partir de estos padrones y que Dios nos ayude a ser celosos para realizar siempre su servicio "en espÃritu" y "en el evangelio".
Pr. Marcos Granconato
Soli Deo gloria