Escogiendo la Reacción
Al alejarse del quiosco, el periodista preguntó a su amigo si aquello ocurrÃa siempre. La respuesta fue: "todos los dÃas". Él, entonces, indagó a su amigo el motivo de, aun asÃ, ser amable con aquel hombre rudo. La respuesta fue: "Es porque yo no quiero que aquel hombre tenga control sobre mis reacciones".
Lo que este hombre pasaba delante del vendedor de periódicos es lo mismo que muchos creyentes pasan delante de colegas de trabajo, de compañeros de clase, de familiares e incluso de otros creyentes. Tales situaciones hacen con que ellos sean tentados a reaccionar de manera recÃproca a la agresión.
Sin embargo, las Escrituras nos enseñan cómo actuar en estas circunstancias:
a) No dejarse controlar por la ira (Ef 4.26);
b) No buscar venganza (Rm 12.19);
c) Responder con mansedumbre (Pr 15.1);
d) Amar y orar por los perseguidores (Mt 5.44);
e) Responder al mal con bien (Lc 6.27; Rm 12.21; 1Ts 5.15);
f) Hacer lo posible por la paz (Rm 12.18).
Es claro que cumplir cada una de estas orientaciones es difÃcil y costoso. Aun asÃ, como siervos de aquel que dio su vida por nosotros, esta es nuestra responsabilidad. Es de esta manera que debemos actuar y vivir.
Después de todo, si no atendemos tales órdenes de nuestro Señor en las circunstancias que él previamente nos avisó que encontrarÃamos, ¿cuándo las atenderemos? ¿Cuándo vayamos a comprar periódico?
Pr. Thomas Tronco