Preferido y Prescindido
Ya oà decir muchas veces que la Biblia es el libro más vendido del mundo. No sé quién hace este tipo de estadÃstica, pero creo en ella. Después de todo, es fácil percibir que personas de todas las creencias, incluso las más distantes del cristianismo, tienen al menos una Biblia en casa.
Sin embargo, hay una extraña paradoja en esta información. Si, por un lado, la Biblia es el libro más vendido del mundo, no hay otro libro más despreciado que este.
De hecho, a lo largo de años en el ministerio pastoral, ya me acostumbré a ser solicitado por personas que quieren de mà alguna orientación bÃblica. Después que muestro la enseñanza de la Sagrada Escritura, ellas agradecen educadamente, se van y... adivinen que: hacen exactamente y de modo deliberado lo contrario a lo que aprendieron.
A otras personas busco personalmente cuando veo que necesitan de una palabra de corrección y alerta (2Tm 3.16). Supongo que para ellas la Biblia es la palabra final, cuyas enseñanzas están por encima de cualquier discusión. Entonces, les muestro la falla, con la Biblia en puño señalo el camino para esas personas que dócilmente me escuchan.
Ellas aceptan todo, no se oponen a nada, haciéndome creer en la ilusión de que mi trabajo ha sido coronado con éxito. ¡Apacible engaño! Después de la charla nada cambia y la Palabra de Dios una vez más es echada a un lado, dando lugar a la vanidad del pensamiento humano.
Es asà como el tesoro de la felicidad jamás es encontrado. ¡Somos tan tontos que compramos el mapa, pero no lo seguimos!
Antes, vamos atrás de nuestras intuiciones sin fundamento. Continuemos asÃ. Satanás agradece... y las librerÃas también.
Pr. Marcos Granconato
Soli Deo gloria