Terça, 23 de Abril de 2024
   
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El 'Software' de la Mentira

La tecnología no se cansa de sorprendernos, tanto con las posibilidades que existen actualmente para automatizar incluso las tareas más sencillas, como con la creatividad de los creadores de programas y aparatos que facilitan la vida de los usuarios. Yo, particularmente, soy un gran fan de los equipos electrónicos. Mi esposa se queja, algunas veces, de que sólo le doy regalos que se necesitan "enchufar". Bueno, ella tiene razón; lo hago muy a menudo.

Sin embargo, he leído hoy en un portal que se ocupa de noticias e innovaciones tecnológicas, que una compañía telefónica creó un software para teléfonos móviles que será útil para aquellos que quieren librarse de conversaciones o situaciones embarazosas y aburridas. Funciona de esta manera: en medio de la conversación de la cual el usuario trata de escapar y no puede, basta dar unos golpecitos en su dispositivo móvil para que, después de un tiempo previamente configurado, el teléfono suene, a pesar de no haber ninguna llamada real. En ese momento, el usuario que desea escapar de la conversación, atiende su celular y "finge" estar hablando con alguien. Entonces, con la expresión más tranquila, puede decir a las personas alrededor: "lo siento, tengo que atender esta llamada; después hablamos."

Esto es algo que, ciertamente, requirió mucha creatividad de su inventor. Y sería muy útil para todos, si no hubiese algo incorrecto en medio del proceso: "es necesario mentir". El usuario del programa finge que atiende una llamada y comienza a simular una conversación. Demuestra, en el medio de ella, preocupación por supuestas informaciones, hace gestos bruscos con las manos y expresiones de disgusto y, para completar la escena, termina diciendo algo así como: “¡Muy bien! Estoy yendo ahí ahora”. Después de este gran finale, digno de aplausos en pie, se dirige a sus interlocutores y, pidiendo disculpas por la contingencia inesperada, deja la conversación desagradable que lo constreñía.

Mi pregunta es: “¿Será que los creyentes van a usar este nuevo software cuando quieran terminar una conversación incómoda?”. A pesar de mi deseo de oír un rotundo "no", sospecho, por experiencia, que yo mismo seré víctima, algún día, de una de estas maniobras por parte de algún hermano. ¿Soy pesimista? A veces sí, pero en este caso, soy testigo, en los últimos años, de locas actuaciones "teatrales" de hermanos que dicen cosas en una ocasión y cambian la historia cuando son inquiridos por otros.

Es interesante, por no decir "triste", ver como las personas son creativas cuando se les pregunta lo que dijeron o hicieron. Como tengo la costumbre de buscar a las personas que actúan de forma equivocada hablándoles claramente sobre el problema, ya vi grandes "actuaciones teatrales". Incluso busqué a una persona que me atacaba delante de otros hermanos y le dije: "He venido para resolver nuestros problemas". Sorprendentemente, la respuesta fue: “Pero no hay ningún problema entre nosotros”.

El perjuicio, en estas circunstancias, es doble. En primer lugar, los creyentes terminan usando un recurso diabólico, ya que el diablo es el "padre de la mentira" (Jn 8.44), además de tener una palabra carente de credibilidad, cuando debería ser "sí, sí y no, no" (Stg 5.12). En segundo lugar, cuando la verdad no prevalece, no hay los ajustes necesarios dentro del Cuerpo de Cristo. Donde debería haber perdón (Mt 5.23,24), permanece la discordia (Mt 5.25). Donde debería haber unión (1Cor 1.10), se conserva el partidarismo (1Cor 1.11-13). Donde debería reinar la paz (Gál. 5.22,23), se mantiene la ira (Gál. 5.19-21).

Que nuestra nueva naturaleza por la regeneración a través de la fe en Cristo nos motive para hacer viva la enseñanza bíblica acerca de lo que se debe decir:

"Por eso, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros" (Ef 4.25).

Pr. Thomas Tronco
Soli Deo gloria

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